Por: Aura María Estrada Galeano Foto: Alexander Jaramillo Parra
Desde que Gustavo de Jesús Estrada Cárdenas pisó tierras necocliseñas hace unos 40 años para realizar sus prácticas rurales, el carisma, la pujanza y la riqueza de esta región se convirtieron para él en todo un encanto.
Un amalfitano que se robó el corazón de este arrollador municipio, Necoclí, el mismo que el abrió las puertas para ejercer su labor en las aulas educativas durante once años.
Un comerciante apasionado por los animales y quien desde los 30 años tiene una cita a las seis de la mañana y a las cinco de la tarde para alimentar a las palomas del pueblo, quienes intensifican su capacidad de vuelo al escuchar el sonido del maíz al caer al suelo.
La calle principal que se ubica al frente de la plaza de mercado, se ve cubierta de alas ansiosas por llegar a los granitos, esos mismos que han venido regando las manos del Profe, como es conocido en Necoclí, desde hace 40 años. 20 kilos de maíz a diario que son el desayuno y la cena de estas aves que traen consigo a toda una generación.
Don Gustavo, ya tiene 75 años, que han estado llenos de un cariño inmenso por esta tierra y por una bonita labor, un habitante más a quien Necoclí le ha sacado innumerables sonrisas y que espera seguir alimentando con amor a las palomas callejeras por muchos años más.
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