Por: Daniela Torres Pérez
En toda la entrada del mar abierto hacia el golfo de Urabá se encuentra Capurganá, un tesoro natural que traduce en la lengua indígena Cuna “Tierra de Ají” y que hace varios años le está haciendo el llamado al mundo para que visite sus hermosas playas.
Hace parte del municipio de Acandí, Chocó y en él se asientan además de propios, extranjeros que después de navegar por años en el océano descubren las maravillas de la costa pacífica y resultan viviendo en un sitio fuera de la rutina de las ciudades y lejos de la prisa de la vida cotidiana.
En este corregimiento donde habitan alrededor de 1800 personas se vive del turismo, la pesca y el trasporte, por eso la llegada de visitantes siempre es una buena noticia para los capurganaleros. El viaje se puede hacer por aire saliendo desde la ciudad de Medellín o por agua embarcando desde Turbo o Necoclí y estando ya en tierras chocoanas lo más fácil es escoger donde quedarse, ya que la gran variedad de hoteles le da la opción de encontrar el lugar que mejor se acomode a sus gustos y al bolsillo.
Esta localidad es el punto donde se puede disfrutar en los meses de marzo a junio de la llegada de las tortugas gigantes Caná, una especie en peligro de extinción que desova en las playas y que se convierte en un espectáculo para los asistentes de tan magnifico evento. Pero si usted es de los que prefieren las fiestas y la comida, lo invito a que vaya en octubre a deleitarse de la muestra gastronómica de caracoles en el festival de la Cigua, el plato típico de Capurganá.
Si se anima, puede encontrar a solo dos horas y media, aproximadamente, de Urabá, el tesoro escondido donde el mar caribe contrasta con la Selva del Darién y el alma se conecta con la naturaleza.