Por: Ana María Muñoz Ramos
Antes de que el sol logre despertar a la mayoría de nosotros, hay un grupo de personas que se le adelantan, con un sueño por lograr, se dirigen cada día a lo que ellos consideran su segundo hogar, el lugar que los cobija desde que el sol comienza a brillar hasta que sale su compañera mística la luna, es un lugar bastante peculiar, lleno de olores y sensaciones que vas a querer probar, lo primero que has de mirar es el puesto de jugo de borojó que a la izquierda estará, luego de cruzar el primer umbral de la plaza de mercado nos encontramos con un centenar de piñas de la cosecha más reciente que llegó al municipio de Apartadó, al fondo se escuchan los vendedores llamando la atención de los visitantes, pregonando el por qué en su puesto deberían comprar, precios, variedad y origen de los alimentos escucharás.
Además de las vistosas frutas y verduras, hay largos pasillos llenos de plantas, objetos religiosos, antídotos y recetas para los males que aquejan a las personas, ante cualquier inquietud, los creyentes en este tipo de prácticas se acercan para preguntar en su puesto predilecto sobre los posibles métodos a utilizar, los llamativos olores de las matas que cuelgan desde el techo de los locales resulta atractivo, para quienes disfrutan embriagarse con este tipo de sensaciones que hacen parte de la cotidianidad del lugar.
Más de tres generaciones familiares han pasado por estos corredores, ahora antiguos coloreados de viejos recuerdos y compañías que solían atravesar el lugar, entre madera corroída, varillas y columnas de acero oxidadas muchos encuentran no sólo un refugio sino un sitio para ver pasar la vida que se va entre cáscaras y frutas que se desvanecen con el tiempo.
Las manos que trabajan en nuestra tierra son fuertes puesto que los años de trabajo las han forjado, cada una de ellas tiene una historia particular, el sueño de muchas familias se ve reflejado en el esfuerzo y dedicación que le ponen a cada labor que realizan. Más de cien personas subsisten alrededor de las dinámicas de este lugar, que sigue tan vigente, a pesar de las nuevas tiendas y grandes almacenes de cadena, tal parece que este contacto con la realidad es un lazo interminable que establecen quienes disfrutan visitar y comprar aquí.