Por: Aura María Estrada Galeano
Cuenta la leyenda, que un día un viajero sediento llegó a un lugar en busca de agua para calmar su sed, pero al parecer aquel aventurero no contó con suerte y le dijeron: “Ni coclí” hay por aquí, siendo el Coclí una bebida de la región.
Y fue así como entre frescos y letras surgió el nombre de uno de los municipios que hacen parte de la mejor esquina de América, Urabá. Ese que aparece rodeado de aguas en los mapas de Antioquia, aquel que fue fundado en 1509 por nuestro amigo Alonso de Ojeda y que hoy representa una parte de lo que es la costa antioqueña.
507 años de historia no se cumplen todos los días y Necoclí sí que sabe eso. Un paraíso tropical bañado en colores que guarda mil historias por contar, una tierra que lleva huellas españolas y que a diario pisan los indígenas aborígenes, un lugar de gente pujante y alegre donde su mejor bienvenida siempre será una cálida sonrisa.
Un arrollador municipio donde sus playas abrazan y sus palmeras refrescan, un destino más por conocer, una cultura de esas donde se mezcla el arte y la vida, donde abunda el pescado y el coco y una pista donde todo se mueve al son del bullerengue.
iQué bella es mi tierra natal!