Por: Karen Katherine Vinasco – Foto: Cortesía
Cuando por fin hacía parte de la selección antioqueña de Béisbol y su carrera deportiva se tornaba prometedora, Jorge William Blandón, un estudiante de entrenamiento deportivo, es contratado y delegado, a sus 21 años de edad, para ser el entrenador del nuevo deporte que, sin pensarlo, años más tarde, cambiaría su vida y la de los jóvenes de Apartadó.
Rugby, el deporte de alto contacto de origen británico, que se expandía con rapidez en todo el país, en especial el área metropolitana, logra llegar en el 2013 a Apartadó y con él, todo un arduo proyecto de promoción, impulsión y masificación.
Jorge entre tanto, empieza a capacitarse en la zona y eventualmente en Medellín junto a entrenadores del seleccionado colombiano. Los chicos de los colegios y el municipio se mostraban interesados, las demás disciplinas se impresionaban con la práctica y los de afuera, los habitantes, dudaban de su acogida.
Con tan solo unos meses de capacitación deportiva y unos cuantos chicos entrenando, el pequeño equipo logra por medio de Cancillería colombiana, hacer su primer intercambio internacional deportivo a Sudáfrica. Los intercambios, pasaron a convertirse en la principal herramienta de promoción del deporte y la mejor alternativa para arrebatarle jóvenes a la violencia, por lo que después, siguieron haciéndose en: Francia, Australia, Brasil, Nueva Zelanda, Venezuela, Argentina e Inglaterra.
Los años pasaron, y el puñado de deportistas pasaron a ser más de 70. Jorge, continuó capacitándose y, en consecuencia, pasó a destacarse por su proceso en la región y calidad de deportistas que se estaban destacando en los torneos y concentraciones. El número de atletas a granel que estaba y sigue llevando al alto nivel estaba generando controversia y él, ahora calificado por la World Rugby como entrenador de segundo nivel, siendo educador de la Federación Colombiana y Staff de entrenadores del seleccionado de seven masculino, sigue ambicionando grandes cosas para su equipo.