Por: Aura María Estrada Galeano
‘La matrona del pueblo’, así es conocida por los habitantes necocliseños, la mujer que desde los 14 años comenzó su labor de partera y fue tanto el amor hacia ella que le dedicó su vida entera.
Eusebia, nació en El Totumo, corregimiento de Necoclí, un 13 de agosto de 1918, vivía con sus padres y jamás imaginó que dedicaría su tiempo a correr con tijeras, alcohol y bebés a bordo. Tuvo siete hijos, todos nacidos con parteras y ella recibió a todos sus bisnietos.
Los años han pasado y esta comadrona demuestra que al parecer todo fue ayer. Su cabello ha cambiado ahora sus hebras son blancas. Sus ojos, no los de antes, se pierden en la niebla y oscuridad. Su cuerpo se apoya en su bastón, pero lo que sí posee con gran retención, es su memoria tan prodigiosa que causa total admiración.
El gran cariño que le expresa su pueblo la reconforta. Ella recuerda que en sus partos se dirigía con amor a los pequeños. “Lo cogí, me ensucié toda y era dándole besos. Yo hasta me acuerdo, lloraba de alegría. El ver nacer a un niño es lo más lindo de la vida”, exclama. Se ha convertido en un legado, en la mamá de los necocliseños y es que se aproxima su siglo de vida y doña Eusebia aún recuerda con gran lucidez, los momentos más emocionantes de su existencia.
Eusebia Cuello