Por: Daniela Torres Pérez
Carepa, que al traducirse al lenguaje indígena Emberá Katío toma el nombre de papagayo, se fundó aproximadamente hace 66 años, ese mismo que hoy llamamos municipio modelo de Urabá, un lugar con más territorio rural que urbano, dueño de grandes fincas bananeras que son el sustento de la mayoría de su población.
Un municipio que cuenta con 28 veredas y que está divido en tres; el corregimiento de zungo embarcadero donde está ubicado el aeropuerto de Urabá llamado lo Cedros y donde los bananos son transportados, la cabecera municipal y el corregimiento de piedras blancas el cual cuenta con unas posas mágicas donde se puede disfrutar de un buen día de sol y descanso.
Verracos y pujantes como el paisa, fuertes y alegres como los chocoanos, carnavalero y con sabor como los costeños y con raíces indígenas en las venas. Esos son los Carepenses, una explosión de culturas y una prueba más de la diversidad étnica de nuestro país.
Una población que tiene alrededor de 55 mil habitantes y dentro de los cuales se distinguen a nivel nacional grandes deportistas y cantantes que siempre dejan en alto el nombre de este pequeño pueblo del Urabá antioqueño que está lleno de magía y esperanza.