Por: Juan Pablo García Jiménez
Cada mañana, cientos de urabaenses acostumbran encender su radio, grabadora o equipo de sonido y sintonizar alguna de las emisoras locales, ya sea para escuchar música mientras se preparan para ir al trabajo, para informarse sobre los últimos hechos noticiosos en la región o para entretenerse con los programas humorísticos.
Y precisamente este artículo habla de eso último; del humor. Pues hace referencia a un personaje que, aunque muchos han escuchado, lastimosamente pocos conocen; se trata del señor Ángel de Jesús Parra Jaramillo, mejor conocido como El Lebrija. Un humorista e imitador que lleva 19 años en Urabá y es reconocido por interpretar personajes icónicos en la radio regional como: Don Critinaldo y Maricadavid.
La pasión del Lebrija por el humor y la práctica de la imitación, está desde su infancia. Pues cuenta el humorista que, cuando cursaba primaria acostumbraba ver caricaturas como cualquier niño, pero una vez comenzaba a verlas no podía evitar imitar sus voces, y luego cuando llegaba al colegio, hacía reír a todos sus compañeros de clase imitando las voces de algunos personajes animados, como Bugs Bunny y El pato Donald. Lo que le permitió ganar reconocimiento y participar en algunos concursos escolares. Con el paso del tiempo fue creciendo y ya no imitaba caricaturas sino a personajes representativos de la televisión como Jorge Barón y Cantinflas, y también otros personajes famosos no de la televisión sino de la historia, como el papa Juan Pablo II y el actual Presidente de la República, Juan Manuel Santos.
Lebrija dice también que no podría haber llegado hasta donde está sin el apoyo de su familia, sobre todo de su hermano mayor, quien lo impulsó a realizar presentaciones en público y a quien le debe su nombre artístico, que hace alusión a un municipio del departamento de Santander.
Pero eso no es todo, si bien este talentoso hombre demuestra tener habilidad como comediante e imitador, este no es su único fuerte. Pues también es todo un experto en cuanto al proceso de servitecas; todo lo relacionado con el montaje, alineación, balanceo, rectificación y suspensión de llantas de autos, él lo puede hacer. Pero su pasión definitivamente es entretener y hacer reír los demás, ya sea con sus presentaciones en público o a tras una cabina radial. Y ¡Ay de quién se lo encuentre en la calle!, porque es imposible no estar de risa en risa con El Lebrija.