Por: Dellis Milena Murillo Perea – Fotografía: Edigson Segura
Atrato maravilloso río
Eres nuestra fuente más preciada
A través de ti hemos crecido
Con sustento, riqueza y movilidad.
Fragmento himno de Vigía del Fuerte.
Estos ríos llevan por sus aguas el día a día de cientos de habitantes de las diferentes comunidades ribereñas, historias llenas de diversidad, engalanadas por vistas que nada o poco tienen que envidiarle a cualquier obra de arte.
El Río Atrato, el río más caudaloso del país, sirve como frontera entre Chocó y Antioquia, también atraviesa el Parque Nacional Natural de Los Katíos y luego se divide en siete bocas, cuyas aguas desembocan en el golfo de Urabá.
Una de sus afluentes, el Río Arquía, recubre varios de los corregimientos de Vigía del Fuerte. Las comunidades indígenas y afrodescendientes que allí habitan vinculan su vida y cultura a las aguas de este río.
El Arquía nace en el Alto Morro Blanco, cerca al municipio de Caramanta, en sus riveras se encuentran los corregimientos: Vegaéz, Puerto Medellín, Puerto Palacio, La Isleta, Vidrí, San Antonio de Padua, entre otros.
Ambos ríos revisten y bordean la espesa selva de este territorio, creando un paisaje lleno de tranquilidad y frescura que embelesa. Al mismo tiempo hacen parte de atardeceres que parecen sacados de lugares de fantasía, para nuestra fortuna son una realidad, una realidad que no nos cansamos de apreciar en la región de Urabá y queremos compartir con el mundo.
Río Arquía – Fotografía: Edigson Segura
Río Atrato- Fotografía: Gloria Morad